jueves, 24 de noviembre de 2016

Halloween time (+62)

- ¿Qué vamos a hacer por Halloween? ¿Trick-or-treating no?
Mis amigos me miraron mal.
-Marina, hace que dejamos de hacer eso desde los 12 años...
-Jo, es que yo nunca he celebrado Halloween
-¡Qué dices!

No hizo falta decirlo dos veces, saldríamos a celebrar Halloween de la mejor manera posible: con el típico truco o trato.

Hasta que llegase el día, nos preparamos para ello en condiciones; pusimos luces alrededor de la casa, decoramos todas y cada una de las habitaciones (sí, el baño incluido), tallamos calabazas (de la cual estoy muy orgullosa por cierto), fuimos al target a admirar el marketing que se montan los americanos para todas las fiestas, compramos bolsas ENORMES de chocolatinas para los niños que viniesen por casa y en todas las comidas mis amigos y yo intentábamos llegar a una idea para disfrazarnos en Halloween.
La entrada de casa


Muy proud de mi calabaza

Mi calabaza junto a la de mi host dad

Lo dicho, inventan de todo...

mmm...¿calabazas?

Me da diabetes solo de mirar
Además, mi host-famly pensó que con lo cagada que yo soy, lo más divertido que podíamos hacer para irnos preparando a la noche de Halloween era ir a un tour de casas encantadas, una mina, un monte y una escuela. ¿Que si pasé miedo? Muchísimo pero oye ahí estaba yo cantando "la bamba" y un grupo de desconocidos cantando conmigo mientras payasos, zombies y muñecas diabólicas nos perseguían. Aquella noche acabó en un restaurante de postres comiendo el mejor brownie con helado de mi vida (os juro que estoy comiendo sano)

El colegio encantado
Dios mío ¡Qué rico estaba!

Y la fecha llegó, lunes 31 de octubre, y ¡cómo no! esto es América, no se por qué me extrañó ver a gente disfrazada en el instituto...El caso es que llegó la hora de la comida y aún no habíamos escogido nuestro disfraz, y acabó la hora y lo único que sabíamos era que quedaríamos a las seis de la tarde en casa de Eda.

Al llegar a casa, mi host mom me tenía un regalo, ¡me había comprado una bolsa super mona de tela para los dulces que me dieran aquella noche!

Esa misma tarde a las 4 y media nuestro grupo de iMessage sintió un alivio enorme gracias a Taylor: IRÍAMOS DEL MAGO DE OZ. Tenía hora y media para encontrar algo en mi pequeño repertorio de ropa que tengo en América que me hiciese parecer a Dorothy.

Y allí estábamos a las seis de la tarde envolviendo a Alvin en papel de plata (imaginad cuánto aguantó su disfraz) y dispuestos a enfrentarnos a la que sería posiblemente una de las situaciones más embarazosas que hayamos vivido, porque creedme que las caras de los dueños que nos daban las gominolas al ver a chicos de 16 y 17 años haciendo trick-or-treat eran un poema. Eso sí, lo bien que lo pasamos no tiene precio.

Improvisado pero logrado ¿no?

Y así es como pasé mi primer y único Halloween.Hasta la próxima...

UN BESO ENORME DESDE RAPID CITY HASTA DONDEQUIERAQUEESTÉIS!!!!

Marina.

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